Delegaciones. Se asigna quiénes serán los representantes de los países y dónde tendrá lugar el encuentro. Una vez que los participantes conozcan a quienes representarán es importante para los delegados encontrar los temas que se tratarán y si su país representa un papel importante en el asunto.
Investigación. Para conseguir un buen simulacro se necesita investigar con seriedad e imaginación. Se valorará que el delegado sea hábil, consciente de las prioridades del país, flexible, conciliador y respetuoso con los diferentes puntos de vista de los demás.
Los delegados deben estudiar el tema que se debatirá y definir la postura que adoptará el país en la asamblea. Se recomienda que los delegados escriban su declaración política (es una breve exposición de la visión que los delegados de un país tienen sobre el tema). Además deben conocer las normas del procedimiento para comprender cómo se desarrollará el debate. Proceso de preparación. Es imprescindible preparar a fondo el tema antes de asistir a la conferencia. Los delegados deben investigar sobre los asuntos del debate y sobre las políticas de su país, y formular una conclusión que deberán exponer en forma de resolución.
Negociación. Antes de que comience el debate los delegados deberán entablar relación con los demás miembros de los otros países para intentar influir en sus decisiones y averiguar cuáles son los países que podrían ser posibles aliados.
Es un proceso muy importante y que en la ONU los diplomáticos pueden pasar meses preparando y reuniéndose con los demás delegados. Durante las sesiones reales de las Naciones Unidas puede resultar más importante que el debate en la asamblea. En el simulacro, el tiempo de negociación se reduce y la comunicación entre delegados se basa al intercambio de correos electrónicos y discusiones a través de internet.
Debate. En un debate normal, resulta beneficioso que los demás delegados fallen. En el Modelo de las Naciones Unidas, esto no es suficiente, puesto que se deben proponer nuevas vías y aportar nuevas soluciones. Los delegados deben ser productivos y no destructivos. Es posible cambiar cláusulas de las resolución para que resulte más efectiva. Esto se llama enmendar. Cuando a ti no te interese una proposición de la resolución puedes presentar una enmienda para que la cambien.
Votación. Al finalizar el debate, cuando ya se haya debatido el tema y se han realizado las enmiendas pertinentes, si es necesario, la totalidad de la asamblea vota para aprobar o rechazar la resolución. Si la mayoría está favor se aprueba. Si no hay suficientes votos a favor se puede hacer otro intento y modificar la resolución. El debate para esta resolución está acabado, y la asamblea debe debatir sobre otras resoluciones diferentes.
Resoluciones. Pueden existir diferentes resoluciones que traten un mismo tema y durante la asamblea pueden ser aprobadas varias resoluciones que versen sobre el mismo asunto. No necesariamente se aprueba una resolución por tema.
El Presidente de la sala se asegurará que se da el mismo trato y el mismo tiempo a cada tema y que se respetan las reglas de procedimiento.
Delegación. Si en una asamblea se encuentran dificultades para tratar una cuestión, por ejemplo un tema de derecho internacional, se puede delegar a los cuerpos tales como el Tribunal Internacional de Justicia o Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Ponentes invitados. Para remarcar aún la naturaleza pedagógica de los Modelos de las Naciones Unidas y elevar el nivel intelectual del debate, se puede recurrir a la invitación de personalidades renombradas en la materia que se trata.
Los expertos tratarán el tema de manera profesional y aportarán a los delegados más información que podrán añadir a sus discursos. |